Hay un juego que me encantaba cuando era chico: encontrar a otros chicos con tu mismo nombre, encontrar a tu “tocayo”. (Dato curioso: en inglés no tenemos una palabra para decir “tocayo”, por lo que encabeza nuestra lista de palabras intraducibles).
Así que, como socio voluntario de Hebraica, estuve buceando en nuestra base de datos para tratar de ayudar a resolver algunos desafíos que venimos enfrentando (¿qué nos pueden enseñar los datos sobre los desafíos que ameritan que nos enfoquemos en ellos?), y noté algunos nombres que se repetían mucho en cada uno de mis análisis. E incluso entre mis conocidos encuentro algunos nombres que se repiten mucho. De hecho, cuando salgo de Hebraica y entro en Capital, ¡casi todas las chicas que conozco se llaman “María”!
Esto me llevó a preguntarme: entre la juventud de Hebraica, ¿cuáles son los nombres más comunes?
Así que hicimos un análisis estadístico divertido, que no fueron más que un par de consultas a las bases de datos, y acá están los nombres más frecuentes entre la juventud, de una lista de casi 800 socios que se inscribieron para diversas actividades en el departamento de Juventud.
Acá van los 6 nombres masculinos más comunes, seguidos por el número absoluto de la lista de inscripciones a las actividades de Juventud:
Thiago (13)
Joaquín (7)
Uriel (6)
Santiago (6)
Matías (6)
Manuel (6)
Y acá están los 6 nombres femeninos más comunes, seguidos por el número absoluto de esta misma lista de inscripciones a las actividades de Juventud:
Jazmín (10)
Sofía (9)
Delfina (9)
Sol (7)
Julieta (7)
Emma (7)
Cabe mencionar también que, estadísticamente, el nombre de chico más frecuente (Thiago, con 13) es sustancialmente más común que el nombre de chica más frecuente (Jazmín, con 10) — un 30% más, para ser precisos. Lo que conlleva una implicación matemática más sutil: puede que haya una desviación estándar más alta sobre la media de nombres masculinos de Juventud que sobre la media de nombres femeninos. En nuestro próximo análisis, si alguna vez tengo tiempo para perder en esto nuevamente, podríamos investigar esa hipótesis. Pero hasta entonces, dejamos a su imaginación el por qué detrás de esta cuestión. Hay muchas teorías posibles, pero ninguna en la que podamos profundizar ahora.