Muchos idiomas, muchos dialectos se practican en el mundo. Sólo tres son lenguajes universales. Uno, las notas musicales. Dos, los números. Tres, un lenguaje que se practica muy poco. En general, reservado para especialistas, antropólogos, geólogos, arqueólogos como Abraham Rosenvasser, famoso investigador que estudiaba la tierra y las piedras, la historia del Antiguo Egipto. Distinguido socio de Hebraica entre el ´40 y el ´60. Hablamos del lenguaje de las piedras. Un silencio elocuente que hay que aprender a entenderlo. Transformarlo en diálogo interior. No es fácil, pero suele ser conmovedor.
Eso es lo que pasa con las tres piedras encontradas casualmente en el Río de la Plata por Marcelo Brodsky, notable investigador de mirada sensible, a través de su cámara fotográfica. Cuando se expusieron en la Plaza Houssay – la secuencia de fotos y las propias piedras – la fachada de la AMIA a la que pertenecían, se reconstruyó en la memoria colectiva.
http://www.panoramaciudad.com.ar/2014/08/descubrieron-una-baldosa-conmemorativa.html
No solo se reconstruyó simbólicamente una fachada, un edificio, una representación comunitaria. Las piedras transmitieron mensajes a los observadores atentos. Mensajes que formaban parte de los contenidos de la entidad, que ningún atentado ni bomba podrán destruir.
“En cada lugar donde te encuentres, cuidá, defendé el Templo.” “Justicia, justicia, perseguirás para que vivas”. Deuteronomio, XVI, 20 “La memoria es rebeldía” Estas piedras fueron recuperadas por el artista Marcelo Brodsky quien explicó su fortuito encuentro con estas piedras cuando recorría el terreno abandonado frente al Río de la Plata, imaginando lo que es hoy el Parque de la Memoria, sitio emblemático de la Ciudad de Buenos Aires y de todo el país. Estos restos se vinculan con la intervención fotográfica.
https://www.arte-online.net/Notas/Piedras_de_la_Amia