¿Cuál es la función de un dirigente?
La función de los dirigentes comunitarios pasa por entender el momento que vive cada institución, para encontrar las mejores estrategias para afrontar los desafíos pendientes. Conocer el tiempo con un buen diagnóstico es el principio para poder lograr los cambios necesarios, sin dejar de mantener los valores y objetivos, sin relegar la esencia para la cual la institución fue concebida.
Hoy, sentimos el compromiso de dejar bases sólidas a todo nivel para las generaciones que nos sucederán.
¿Cómo evaluás la gestión de la actual conducción desde su asunción?
Estamos satisfechos. Más que conformes.
No estoy solo, comparto día a día la visión y el proyecto con Gustavo Mohadeb, siento que los logros obtenidos son responsabilidad de ambos y de un gran equipo que trabaja con pasión y convicción
El aporte de tiempo, esfuerzo y capacidad es sin dudas una de las fortalezas de los voluntarios y CD
A cada paso nos dicen que se nota que hay una energía nueva, ganas de mejorar las cosas, mucho movimiento, trabajo… Que se nota que lo que hacemos “es por el otro” y “que pensamos en los socios”
Nosotros valoramos mucho ese reconocimiento.
Le ponemos el pecho a las críticas, sabemos que existen, es lógico que haya personas que no entiendan nuestro estilo, o que sientan que faltan hacer cosas, incluso que no hemos sido capaces de comunicar correctamente cuál es la visión a futuro. Estamos trabajando en mejorar muchos aspectos aún.
¿Qué balance hacés de este tiempo como Presidente de Hebraica?
El primer paso fue lograr cierto orden operativo, las finanzas, estudiamos los egresos y con el correr de los meses pudimos meternos más en profundidad, en los centros de costos para hacer más eficiente cada sector. Pudimos darle un sentido a la forma de gestionar Hebraica, Más piramidal para tener mayor control de los recursos y poder decidir como invertirlo.
No tenemos dudas que apuntamos a ser una referencia comunicatoria nuevamente, donde muchas instituciones ya nos han planteado que los ayudemos a entender como deberían hacer para mejorar sus gestiones. Siempre tenemos la intención de ayudar.
Es posible que muchos no entiendan nuestra dinámica, pero estamos seguros de que nadie puede dudar que hemos dado un salto cualitativo y cuantitativo en cuanto al trabajo en la institución.
¿Cuáles son los objetivos planteados?
Hebraica es una institución social, cultural y deportiva.
Necesitamos, todos juntos, asumir los tres ejes como propios.
No podemos abandonar ninguno de ellos porque es parte de nuestro ADN.
Vamos a volver a ser una referencia para reflexión comunitaria. Establecer posición. Desplegar el liderazgo de la SHA a nivel nacional e internacional.
Consolidamos un lugar de pensamiento como es el CIMO, un centro para el estudio y reflexión sobre temática de medio oriente y semana a semana trabajamos en editoriales sobre temas que nos interesan comunitariamente.
La formación de todos los integrantes de Hebraica nos desvive, es por eso que firmamos acuerdos con escuelas, museos, con el INADI, etc.
Apuntamos a posibilitar el espacio en el desarrollo cultural e intelectual. Incentivar el crecimiento de cada individuo, en un entorno familiar comunitario.
Queremos mejorar la infraestructura, para proporcionar las condiciones necesarias para que cada socio pueda desplegar sus capacidades en un entorno amigable y de bienestar.
¿Lograron concretar las promesas de campaña?
Sentimos que la nuestra conducción le imprime un ritmo más potente que lo prometido en campaña. Fuimos muchos los que nos comprometimos y si hay algo que rescatar de la campaña y en este primer tiempo, es la cantidad de voluntarios que participan y trabajan con enorme pasión por Hebraica. Hay sentimiento, hay mística y la convicción de que volvimos a estar de pie y creciendo.
Hoy decimos con orgullo que hay más de 1000 socios nuevo. ¡Mil!
Quiero marca este punto, que para mí es muy importante.
No podía ser que perdamos socios día a día. Hemos llamado a los socios que se fueron, hemos invitado a participar a los que vinieron, hacemos lo imposible por mantener a aquellos que no pueden ser socios por razones económicas….. volvimos a ser un club para TODOS y no para los que pueden.
¿Por qué decidiste ser presidente de Hebraica?
Simplemente porque hay momentos en la vida que hay que arremangarse y trabajar para generar el cambio que uno desea. Fuimos un grupo de personas que quisimos hacer que nuestra institución se sitúe nuevamente en el lugar que nunca debió perder.
Soñábamos con volver a ser una institución que piense en el otro, con contenido…. Y la única forma que se pueden realizar los sueños …. es trabajar para que ellos sucedan.
¿Qué prioridades tiene Hebraica hoy en día?
Hemos logrado equilibrar las cuentas y tener un equilibrio operativo, algo que no se lograba hace muchos años y nos está permitiendo bajar la deuda financiera, pagar compromisos municipales y otros compromisos adquiridos. La gestión marca el día a día. Pudimos hacer entender a todos que el esfuerzo que pedimos vale la pena.
Ahora estamos trabajando en un master plan que logre hacer crecer a Hebraica los próximos 5 años, logando dar más beneficios a todos los socios, mejorando infraestructura y profundizando la búsqueda de nuevos contenidos para los socios.
¿Cuál es la impronta que le quieren imprimir a la gestión?
Movimiento constante. Exigencia máxima para buscar la perfección Trabajo y esfuerzo.
Buscamos resultados concretos, tangibles.
No nos conformamos, seguiremos con más energía a cada paso que damos.
¿Cuál te gustaría que sea tu legado?
Básicamente, que un grupo de socios se puso a trabajar para con el único fin de que Hebraica vuelva a ser un club para todos. El hecho que nos digan: «se nota que gestionan pensando en el socio» nos llena de felicidad, vemos que el mensaje llega.
Ojalá se recuerde esta gestión por su capacidad de generar resultados concretos, saneamiento económico, mejora en la infraestructura y por hacer nuevamente de Hebraica una institución atractiva para el socio y para las nuevas familias.
En definitiva, lograr colocar nuevamente a Hebraica como una institución referencia.
El lugar que nunca debió perder.