Es llamativa la falta de respuesta de los organismos del Estado ante los dichos discriminatorios que trascienden en la esfera pública.
Cada vez más aparecen actores de la política, famosos del espectáculo o miembros de algún ámbito reconocido emitiendo mensajes violentos y agraviantes hacia minorías, colectividades o comunidades como la nuestra por medios de comunicación o redes sociales
La lucha contra el discurso del odio debe ser certera, con acciones concretas que van desde la educación, la concientización e incluso el castigo con penas efectivas. Atacar con firmeza la discriminación es la clave para tener una sociedad más justa, de iguales e inclusiva.
La seguridad colectiva y de los miembros de cualquier comunidad (no solo física) dependen de ello.
*Que esta pasividad no sea una constante*