Parte de nuestra filosofía de gestión dentro del equipo de “Atención al Socio” es intentar hacer pequeñas mejoras todos los días. Creemos que un flujo constante de pequeñas victorias es la clave para una gran victoria. (La “gran victoria” que buscamos no es otra cosa que hacer que el Departamento de Socios sea 10 veces mejor de lo que todos piensan que es actualmente).
Y tenemos un anuncio muy, pero muy pequeño, pero estamos muy, pero muy emocionados de compartirlo: durante la primera semana bajo el nuevo liderazgo de Marina Dodero, ya hemos implementado un cambio pequeño, pero que esperamos sea muy útil: estamos recuperando la mini-oficina de “Atención al Socio”.
Explicación: cuando uno entra al edificio principal de nuestra sede en Pilar, inmediatamente a la derecha de la entrada, hay una pequeña sala con un cartel que dice “Atención al Socio”. En otras épocas, en la prehistoria, cuando los dinosaurios aún vagaban por la tierra, esta sala se empleaba, aparentemente, para la “Atención al Socio”. Pero nadie recuerda cuándo fue la última vez que eso sucedió, o siquiera haberla visto con las luces encendidas en alguna oportunidad. En su lugar, la “Atención al Socio” ha sido completamente “virtual” (y en nuestra histórica Sede Sarmiento) por tanto tiempo, que ya nadie recuerda cómo era antes de eso.
Así que una de las primeras cosas que decidimos hacer con el Departamento de Socios para honrar nuestra filosofía de “hacer pequeñas mejoras todos los días” ha sido volver a armar una oficina física para que los socios puedan simplemente venir y tener a alguien a quien plantearle sus inquietudes. Nos instalamos en la mini-oficina, pintamos sus paredes de un verde brillante e incorporamos dos pequeños sofás nuevos para generar un ambiente cómodo y agradable (¡próximamente también tendremos cafetera!) Esperamos que este nuevo espacio también sirva como un punto centralizado para que los diversos profesionales del Departamento de Socios trabajen desde allí durante los fines de semana.
E hicimos una prueba “beta” el fin de semana pasado y fue todo un éxito. Hubo entre 3 y 4 profesionales en la oficina en todo momento, tanto el sábado como el domingo. Cada media hora aproximadamente, alguien se acercaba a la puerta de vidrio con alguna pregunta que le ayudábamos a resolver, y si había algún asunto que no podíamos solucionar en el momento, lo registrábamos en nuestro sistema para poder hacerle el posterior seguimiento correspondiente. Salió tan bien que decidimos implementarlo permanentemente. Pronto se anunciarán los horarios oficiales.
Ninguna revolución se arma en un día. Pero, ¿en un par de meses? ¡Estén atentos! Estamos trabajando en mejorar el departamento, paso a paso.